ACTIVIDAD 4. REPORTAJES (II)
Foto: Paula Expósito |
En el recorrido, la guía mostró una cripta de pequeñas dimensiones. A la izquierda incluye el mausoleo de doña Germana de Foix y a la derecha el de su esposo, el duque de Calabria. Sobre un bloque funerario se sitúa una urna de mármol negro.
Foto: Paula Expósito |
En principio, los cuerpos de los fundadores estaban situados en el Altar Mayor de la Iglesia, en el lugar donde se encuentran las hornacinas en la pared, pero en 1804 los cuerpos fueron trasladados a la cripta. No obstante, se sabe casi con absoluta certeza que los cuerpos no están en los mausoleos, ya que estos son compactos, sino que se encuentran en el suelo de la cripta. Pruebas realizadas han comprobado la existencia de cuatro cuerpos que pertenecen a Germana de Foix, al duque de Calabria y a dos hermanas del duque.
El 29 de Septiembre, día de San Miguel, a las 10.00 horas (hora solar), ocurre un curioso hecho y es que los rayos del sol penetran a través de una ventana realizada en el muro y marcan el punto exacto donde está enterrada doña Germana de Foix y el duque de Calabria (el lugar que marca el rayo de luz es en el suelo de la cripta y no el mausoleo).
Otro dato curioso es el uso del monasterio como prisión a lo largo de la historia, lo que enlaza con Miguel Hernández, que recorrió algunas de las cárceles españolas tras la Guerra Civil.
Foto: Miguel Hernández |
Así pues, en la segunda parte se realizó un recital poético, a cuatro voces, de dicho autor, en el interior de la Iglesia. He aquí un fragmento de "Nanas a la cebolla":
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre
escarcha de tus días
y de mis noches
hambre y cebolla
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
Nos atrajo personalmente el tono de uno de los recitadores: su voz era tan profunda que nos hacía meternos en el poema, como si fuésemos nosotros mismos los que lo estuviéramos viviendo. Al final del recital, le pedimos que se hiciera una foto con nosotros para tener un recuerdo de esta experiencia.
Foto: Laura Talón |
La visita, a pesar de habernos mostrado la historia del monasterio,fue como un kit-kat, es decir, demasiado breve. El recital fue la parte más amena de la excursión, aunque no todos los asistentes coincidieron: “le faltó vidilla y se hizo pesado”, dijo un compañero. No obstante, nos dejó con un buen sabor de boca.
He hecho lo que he podido para que salieran bien los poemas, y solo ha salido bien "Nanas a la cebolla". Tambíén, investigando he encontrado "Añadir leyenda" y las he puesto.
ResponderEliminarMuy bien, Paula. Sigue bordando...
EliminarPor cierto, podríais enviar el artículo a la Revista Gente 26 para que lo publicaran también en ese formato.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar¡Enviado!
EliminarEste reportaje define muy bien la excursión, podriamos repetir alguna otra ya que esta estuvo bastante bien. ¡MUY BIEN PAULA!
ResponderEliminar¡Gracias Alvaro Esteve! Sí, la verdad es que fue para repetir.
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